En primer lugar, debemos saber que el podólogo es la figura Diplomada o Graduada en Podología. ¿Y qué es la podología? La ciencia que estudia los pies. Por tanto, si es ciencia y cuerpo humano, pertenecerá a una rama de las ciencias de la salud. Este título, se obtiene cursando un ciclo universitario. Se lleva impartiendo en España escasamente 30 años. Por tanto, hablamos de una especialidad de la salud joven.  Establecida por el Real Decreto 649/1988. El cual estableció el título de Diplomado en Podología marcando las bases de la profesión, habilitando al podólogo para recibir pacientes por sí sólo, y le permite la capacidad de diagnosticar y tratar cualquier enfermedad del pie.

En esta etapa, con el fin de especializarse en alguna de las ramas de la podología, surgen postgrados, expertos y másteres en biomecánica, ortopodología, cirugía, podología deportiva…

Debido a la escasa vida de la profesión, se le han ido otorgando competencias. Obteniendo la capacidad de preinscribir medicamentos junto al médico y odontólogo. Según el Real Decreto 17/2010. Ley del medicamento.

Resumiendo todo lo citado anteriormente, el podólogo es el único profesional sanitario capacitado para el diagnóstico, tratamiento del pie y su prevención. Teniendo la capacidad de recetar medicamentos, realizar valoraciones del gesto humano, estudios de la pisada y operaciones del pie, con el fin de realizar el tratamiento adecuado e individualizado a cada paciente.