Examen exhaustivo del calzado deportivo. Se realizará valoración del desgaste de la zapatilla, observando tanto la suela como el “upper” de la misma, valorando aquellas zonas de mayor apoyo y sus respectivas compensaciones, para poder relacionar el origen del problema con el pie y el calzado, actuando a los dos niveles.

A parte de observar el desgaste, se valora el tipo de material de amortiguación, las características de la zapatilla, el “DROP”, el tipo de puntera y los tacos con el fin de saber si tiene relación con el problema del paciente.

Tras la primera valoración, se realizará una batería de manipulaciones para ver los rangos de movimiento de la cadera, rodilla y pie con  el fin de ir obteniendo información sobre el origen del problema. Siguiendo las pruebas en camilla, se llevarán a cabo unos  test con el fin de ver debilidades o sobre activaciones musculares que desencadenen en problemas.

Seguido a la valoración en camilla, se realizará una batería de pruebas en carga con el fin de ver el comportamiento del cuerpo humano a las diferentes solicitaciones musculares. Gracias a esto, el profesional irá relacionando el problema que sufre el paciente con los resultados que va obteniendo de las pruebas estáticas y dinámicas. En estas, el paciente actuará de sujeto pasivo y activo según le vaya indicando el profesional.

Para finalizar, el profesional realiza sobre el tapiz rodante una grabación a cámara lenta utilizando un sistema lumínico auditivo propio y un software.

Como resultado de esto, el paciente recibirá un informe con todas las disfunciones musculares halladas y las mejoras que se pueden llevar a cabo para mejorar.

Sí es necesario, se realizará un tratamiento con soportes plantares, vendajes, infiltraciones, EPTE…

Gracias al ecógrafo las actuaciones invasivas estarán siempre bajo supervisión.